Tú, que has llegado para poner mi mundo patas arriba, que haces que tenga las mismas ganas que miedos.
Tú, que sin apenas recorrer un cm de mi piel ya vives en ella.
Haces que quiera quedarme a vivir aquí, que apueste con una venda en los ojos al rojo. Que a pesar de que existan las mismas posibilidades entre el SÍ y NO, mi respuesta sea contigo y eso a la vez de que me gusta me atormenta. Tengo miedo, mucho miedo. Tanto que hasta mi lagrimal está empezando a humedecerse y a pesar de que esto no lo leerás nunca, es principio de quererte. Quedan un par de días para volver a mi rutina y aún sabiendo que me olvidaras el próximo día cuando no me encuentres por los bares, que te ahogues en tu ponche-cola y te fumes todos los cigarrillos del paquete, sabes igual que yo, que esa mirada cómplice no estará a tu lado, para que vengas y me digas que "ya no te da vergüenza, bueno sí pero me la estoy tragando; que soy el primer impulso a coger el móvil por las mañanas para darme los buenos días"
Y aún que tengo las mismas razones para odiarte y quererte, elijo quererte. Porque has tocado fondo y me estoy empezando a calar. Elijo quererte, como señal de que estas empezando a erizar mi piel, de tener la necesidad de verte o contar las horas en las que mi móvil reciba de ti y aún que suena contradictorio aún no te quiero, es demasiado pronto, pero está es la prueba más verdadera en la que te digo que estoy cagada de miedo, nunca antes he recibido palabras que calaran dentro y mucho menos alguien que me parara en seco, quizás por eso me gustas y se que no te lo he dicho, pero si.
Que estupidez, no saber reconocerlo.
Nos vemos en esa cena que me prometiste, o no. Depende de ti.
ATT:🐨
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