Como ha pasado el tiempo pequeño, son ya 199 días. Y lo peor
de todo es que lo recuerdo como se fuera ayer, recuerdas como empezó, “nuestra
historia” si se puede llamar así. Es verdad que ya sabíamos quienes somos, que
algo tras nosotros nos unía pero no de tal forma. Hasta que un día tú, sin más
te acercaste a mí, me hablaste como nunca lo habías hecho, y la verdad es que
cada vez que lo recuerdo me sorprendo de cómo has cambiado. Me prometiste una
sorpresa, y la tuve. Me dedicaste una semana, y asistí. Me dejaste un instante por
cada canción. Me despedí de ti… y todo se paralizó, yo no quería irme, tú no
sabías como despedirte, me cogiste la mano, y me giré. Recuerdo el guión. Qué
tontería, ¿como si nunca nos hubiéramos despedido no?..Me preguntaste el porqué
de mi ida, a lo que respondí, que ya se cumplió mi horario. También te dije que
descansaras, y que se diera muy bien el viaje. Me diste las gracias, mientras
tus amigos nos invitaban a irnos juntos. Pero, quizás no era el momento, decidí
abandonar, después de estar cogidos un corto, pero intenso rato. Después de
despedirme de todos cogida a ti, sintiéndome tuya. Y recuerdo que no sabía si
darte un beso por cada mejilla o decirte algo. Opte por darte dos besos, y
susurrarte al oído, que ahora sí que sí, me dirigía a casa, aun que por nada
del mundo quisiera irme. Salí, prometiéndonos que hablaríamos, al siguiente
día. Ilusionada, y con una sonrisa, dibujada. Llegue a casa. Me puse el pijama,
y me acosté en la cama, pensando en ti.
Día tras día hablábamos, recuerdo tu peculiar forma en la
que me llamabas "flipa" cuando te hacía rabiar. Llego otro fin de, un fin de
especial tu ibas de comida y yo de
cumpleaños, yo no daba por hecho verte, ya que en todo el día no sabía nada de ti,
y creo que tu tampoco pensaste en mí. Pero ya ves no hay muchos sitios, en los
que ir, por aquí. Y llegaste, cuando te vi a parece no supe muy bien
reaccionar. Te salude sin más pero no compartimos ninguna palabra más, me
acerque y salude a tus amigas. Recuerdo que hablaron contigo, y te sonsacaron información
de todo tipo, al principio no me ilusione nada, porque no soltabas prenda y lo
poco que decías no era muy satisfactorio. Pero bueno para ser sinceros yo no le
contaría nada a una persona que ni conozco, y no tengo la confianza para
decirle nada, yo no lo hubiera hecho, es más no hubiera contestado ni la mitad
de cosas que tu contestaste y negaría la mayoría. Mientras que tu, siendo
sincero, en una de mis idas y venidas, soltaste, pero mírala ella con un
vestido, tan guapa, y yo en chándal. Cuando me entere de lo que estaba pasando,
quise meterme en mi mundo y no hacer caso, no sabía cómo mirarte… No sabía
reaccionar, ¿Qué tonta verdad? En un instante, pasaron a buscarme, diciendo que
me estabas esperando. Salí, blanca, sin
apenas vocalizar palabra. Y tú dispuesto a todo. Volví a por mí abrigo,
mientras que alguien me recordó, algo que no me gusto. Y cuando íbamos de
camino a casa, y tú me acompañabas te pregunte duda tras duda, tu intentaste aclarármelas
todas, y decidí confiar en ti. Algo me dice que, me tenía que haber informado
bien antes de pasar aquella noche contigo, pero me deje guiar por lo que sentía,
y no le hice, caso a la razón, si no al corazón. Y así fue, para bien o para
mal, lo hecho está hecho, y me quedo con “no me arrepentiré, te lo prometo”.
Muchas veces del dicho al hecho hay unos cuantos paso, y las palabras se las
lleva el viento. Puede que después de eso dijésemos hola, tal vez ¿por
cumplir?, pero.. ¿por cumplir, a quien?, ¿ a nosotros?. Ahora yo te e refrescado
al memoria, y sé que en algún momento de este texto, has querido dejar de leer,
puede que no te interese, o tal vez te duela igual que a mí, la situación tan incómoda
que vino tras ello. Tu hiciste tu vida y yo la mía. Pensaras que soy tonta por
llamar a un día, de tal forma, porque para mí los pequeños detalles son los más
importantes, y que un día me sirvió para darme cuenta de que a veces no importa
la duración de la película, si no la intensidad, y la importancia de los
protagonista en ciertos guiones.
Y sabes lo más curioso, que ahora día tras día, aunque solo
sea una, pero la hay, hay una mirada. Y que cuando llegó a casa, hecho de menos
al menos poder decirte un simple hola, que poco a poco, has ido llenando un
espacio, vació y sabes lo mejor, que parece ser que ahora no importa nada, que
ya se que eres un cabeza loca, tal vez alguien que no tiene arreglo, que trata
solamente de vivir la vida día a día, sin pensar nada más, que tratas de
disfrutarla segundo a segundo. Y que por cada visita que me haces, me sale una
sonrisa, aun que no compartamos palabra. Y sabes lo mejor, que has vuelto a
llamarme “flipa” en tu peculiar idioma, me has dado ánimos, me has enseñado a
disfrutar a tu manera, y que soy tonta en pensar muchas cosas de las que
pienso.
Ahora después de todo eso, no sé, si todo está bien o mal, pero
lo que sé es que has hecho de mi alguien que disfruta su día a día, y que no le
da ya miedo a nada, porque eso es lo que nos fallo a nosotros el miedo. Y que
está dispuesta a todo, que puede que para ti no sea nadie, pero que sepas que por
un momento me sentí la chica más afortunada del mundo, y que no me importa
equivocarme, volvería hacerlo una y otra vez, si así me siento bien. Porque lo más pequeño, a veces es
lo más grande.