lunes, 28 de septiembre de 2015

Elegir.

Elegir es una de las opciones que día a día la vida nos propone.

Elegir entre hacer una cosa u otra. Siempre eligiendo desde bien pequeños, sin darnos cuenta que eso nos llevará a perder la otra parte de las opciones, sin fijarnos que la vida se compone de eso. De elegir.

Mi pregunta es: ¿Cómo se que estoy eligiendo bien?

Pues bien eso no se sabe, eliges sin saber sí esa opción será la correcta. Hay gente que piensa que siempre una opción es más correcta que la otra. Pero… ¿Señores como sabemos que eligiendo no la vamos a cagar? Con perdón de la expresión.

Pues sí, así es. Nos tiramos la vida entera eligiendo a veces por complacer a los demás y otras para complacer una parte de nosotros mismos, mientras que la otra parte está celosa por no haber elegido lo que tu otro yo quería.

Desde bien pequeño nos enseñan a elegir, nos enseñan a decidir qué es lo que nos conviene y lo que no. Pero aquí viene aquella teoría de… “El corazón tiene razones que la razón no entiende”. Por lo que hoy nuevamente mi corazón me hace elegir. Elegir algo que no sé si saldrá bien. Elegir porque quizás es la forma adecuada de afrontar. Elegir para perder, porque siempre perdemos algo eligiendo, sin saber si ganaremos. Elegir para ganar, sin saber lo que perdemos. Elegir para ser nuevamente felices con ello. Elegir porque así no lo piden. Elegir porque se ha convertido en una larga rutina. Elegir. Elegir.

Y sabes quizás ahora estoy más segura que nunca de poder elegir, de saber que me conviene. Porque si tuviera que hacerlo, te seguiría eligiendo toda mi vida. Pero hoy no me toca a mí elegir. Elegir agotó todos mis pulsos. Elegir me hizo perder y ganar en ocasiones, ¿pero sabes?, perdí más que gané, jugando todo por ti.

Hoy decido que sean los demás quien se la jueguen por mí. Que tengan que elegir si ponerme o no en su vida, y de qué manera lo quieren.

Mientras tanto mi opción será ser feliz, sin elegirte.




https://youtu.be/vT7Y1r39h1U