domingo, 26 de mayo de 2013

Yo seré tu enana, pero tu seras mi tonto.

Quien nos a visto y quien nos ve. Quien pensaría que íbamos a llegar tan lejos y lo mejor de todo es que esto aún no ha acabado, nos queda mucha vida por delante, JUNTOS.
Nunca creí que llegaría a ser como soy ahora, como soy contigo, a tu lado. Es lo más extraño de este mundo, pero no importa. Somos como dos mitades, la compenetración en persona. No me arrepiento de nada, nunca hice nada para ello. Somos nosotros en cada momento, en cada despedida, en la que se queda un sabor agridulce. Soy feliz, algo que me acostado tiempo, me divierto con poco, y no hay día que tu no estés aquí conmigo para sacarme una sonrisa. Me encantan tus enfados, por el simple echo de la reconciliación.  Me gusta que tu brazo roza mi cintura, que me llames enana, que te picas y que eso conlleve un duro duelo. Que me imites, y que se me pegue tu forma de bailar, que me contagies tu forma de hablar y de reír. Que me acompañes a casa, y me protejas. Que me invites a pasar juntos la tarde, el día o la noche. Que me animes, me abraces y me digas: "Todo va a salir bien, enana." 

Gracias por formar parte de mi vida.


Mi gran amigo.

lunes, 13 de mayo de 2013

Mentiras piadosas.

Pues sí, a veces se necesitan pequeñas mentiras para ser feliz. Seguro que en un par de días cambias de opinión  pero sabes lo mejor, que se que te importo y en estos momentos me hace feliz.
Se que llevo un descontrol de vida inmenso, pero ¿ quién no lo tiene alguna vez?
Puedo odiarte por momentos, aunque realmente adore que me piques.
Quizás el tiempo sabrá que hacer con nosotros. Hasta entonces, no nos ilusionemos.