Que te quiero y te odio a partes iguales, y yo ya no sé qué
hacer contigo.
Que ayer fue un buen día, y hoy todo ha cambiado. Porque
solo me gustan las despedidas cuando se que volveré a verte, pero la espera,
desespera.
Que cuando me dicen que esto es la guerra, solo veo una, y
es la de mi corazón. Que no me dan miedo las segundas personas, soy yo contra
todo y tú contra ellos.
Apenas un día y quiero con fuerza mi beso de bienvenida.
Que no te invitaría a pasar un día de septiembre conmigo, si no
toda una vida.
Y a la pregunta sobre la belleza, les respondería que me gustan
tus ojos cuando están clavados en mi persona. Que me gusta tu guiño cuando no me
salen las palabras, que te metas en medio de mis conversaciones, cuando no es
contigo con quien habló, me gusta tu cara de sueño y tu voz cuando estás
enojado.
Si eso no responde a aquella pregunta les diré: Que volvería
a quererte y a odiarte el resto de mi vida. Porque a veces el “te odio” más
sincero, lleva el “te quiero” más escondido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario