viernes, 21 de agosto de 2015

El reflejo.

Cuando menos te das cuenta, ha pasado el tiempo y en él, un reflejo.

Has crecido, te sientes más mujer, maduras. Y es ahí cuando te das cuenta lo mucho que has crecido en apenas unos meses.
No eres consciente de que ayer ya fue pasado, porque apenas a pasado un día. Y en algunos momentos solo desearías vivir en aquel eterno ayer. Pero cuando te das cuenta ya es tarde. 

Tarde para retroceder, para cambiar todas aquellas cosas que te hubiese gustado cambiar. 
Hoy, como instantes antes me doy cuenta de que mis propios pensamientos han cambiado. Ya no soy la misma. Y quizás nunca lo seré. 

Pero dentro de mí, siempre habrá un trozo del ayer, aquel eterno reflejo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario